Probablemente ya sabes que Barcelona es uno de los mejores lugares del mundo donde se puede fumar la marihuana de forma absolutamente legal. Sin embargo, la única manera adecuada para un turista de hacerlo es unirse a un club de cannabis local. Se puede decir que es una opción que no tiene alternativas si uno quiere que todo queda dentro de la ley y al nivel adecuado.
¿Cómo funciona la asociación de fumadores de cannabis?
Para empezar, te doy una breve excursión a la situación legal del cannabis en el Reino de España. Por lo general, la situación difiere poco de otros países: en España está prohibida la compra, venta, posesión y el consumo de cannabis en la vía pública. Pero la legislación local es muy tolerante al espacio privado de los ciudadanos, tanto que uno puede hacer casi cualquier cosa en su propriedad, siempre que no interfiera con los demás. También se permite formar varias asociaciones de intereses. Así que aunque no hay leyes que autorizan directamente fumar la marihuana, hay situaciones en las que su uso se vuelve realmente legal.
- Puedes cultivar dos plantas en tu propiedad privada siempre y cuando no sean visibles desde la vía pública. También se puede fumar el cannabis en un espacio privado cerrado. En otras palabras, puedes cultivar la marihuana y fumarla en casa, pero de tal manera que el olor no moleste a tus vecinos y las plantas de tu balcón o alféizar de la ventana no hierran los ojos de los transeúntes.
- Puedes hacerte miembro de un club social cannábico. Son asociaciones sin fines de lucro (al menos formalmente) de amantes de cannabis, donde cultivan la marihuana y luego la distribuyen a sus socios. Los miembros del club, a su vez, hacen "contribuciones" para compensar el coste del cultivo de cannabis.
Los clubes cannábicos están ubicados en unos locales muy bien equipados y la marihuana solo puede consumirse dentro de estos establecimientos.
Solo los socios registrados pueden frecuentar el club. No puedes entrar ahí desde la calle como si fuera una cafetería normal. Por suerte, el procedimiento de la registración es bastante simple y no te costará mucho esfuerzo. Lo veremos más adelante.
Para ser justos, mencionamos una tercera forma de conseguir la hierba: comprarla en la calle. En este sentido, Barcelona no es muy diferente de otras ciudades europeas, excepto que quizás puedes encontrar más ofertas. Pero al final es lo mismo: la mala calidad del porro, la falta de cualquier servicio y la perspectiva de problemas con la policía.
¿Cómo unirse a un club de fumadores en Barcelona?
Para unirse a un club, tienes que cumplir varias condiciones.
- Tienes que ser respaldado por un miembro existente del club.
- Hay que llevar cualquier documento oficial identificación (excepto el de estudiante) con tu foto emitido por el gobierno. Tu pasaporte o permiso de conducir sirven perfectamente.
- Trae el dinero en efectivo, ya que los clubes no aceptan pagos por otros medios. Necesitarás unos 20 euros para la cuota de socio y unos 10-20 euros por un gramo de cogollos.
En casos muy raros se te pueden preguntar por la dirección de tu alojamiento. Puedes nombrar cualquier dirección existente en Barcelona: nadie lo comprobará.
Tratar de averiguar algo por correo electrónico o por teléfono no tiene sentido: a cualquier pregunta que se te antoja te responderán en la recepción solamente después de que el recepcionista se haya asegurado de que tienes 18 años.
Eso es todo, en realidad. Todo lo que necesitas hacer es confirmar que estás de acuerdo con las reglas del club, después de lo cual puedes entrar y conocer las mejores variedades de cannabis de Europa. Sin embargo, tenemos un artículo especial sobre cómo comportarse en un club de cannabis. Te sugiero que lo leas.
¿Por qué vale la pena elegir solo los clubes oficiales de cannabis?
Si ya has tenido la ocasión de pasear por las calles de Barcelona, quizás has conocido a la gente que te quería ofrecer a comprar el porro o visitar algún lugar donde puedas fumarlo. Te recomendamos explícitamente de rechazar tales ofertas y aquí están las principales razones.
Seguridad
Un club cannábico te da la seguridad, sobre todo, en el sentido más directo y físico: en términos de tu inviolabilidad y tu propiedad. La venta de marihuana en España está prohibida, es un delito y tales actividades son llevadas a cabo por las personas con una correspondiente "mentalidad particular", que son no aprensivos con métodos ilegales de lucrarse. Dicho sencillamente, a menudo con el pretexto de comprar la hierba, ellos llevan los turistas a un callejón y les roban.
Además, el club es seguro del punto de vista jurídico: solo en una asociación oficial de intereses se puede conseguir y consumir el cannabis sin violar ninguna ley. Cuando entras en un pseudo club ilegal, te conviertes en un cómplice del tráfico de drogas, con todas las desagradables consecuencias que esto conlleva.
La calidad del producto
Los traficantes callejeros y los garitos disfrazados de clubes solo les interesa aprovecharse de los beneficios momentáneos de los turistas, por eso que no les importa nada y entregan a sus clientes la hierba más barata y, en consecuencia, de mal gusto. Mientras que los clubes oficiales de cannabis son abastecidos por los cultivadores entusiastas, la calidad de sus productos es una de las mejores del mundo.
El ambiente
El diseño interior de los establecimientos ilegales ofrece un aspecto desolador: por lo general, suele ser un sótano sombrío y destartalado con una atmósfera primitiva. Bueno, para ver como son los verdaderos clubes cannábicos, será mejor que lo veas tú mismo en nuestro catálogo.
Así que si no quieres una dudosa aventura en un país extranjero, ignora los promotores charlatanes o cualquier otra sugerencia sobre la marihuana que te llegue de la calle.
Por último
Los clubes cannábicos españoles son realmente únicos en su tipo y se diferencian favorablemente de los mismos coffee-shops de Amsterdam. Si no eres indiferente a la planta herbácea anual con flores fragantes y te encuentras en Barcelona, sería un gran error de no visitar uno de estos lugares. Una vez dentro, te darás cuenta de que un poco de faena con la solicitud y la registración no es nada comparado con la atmósfera y la calidad del cannabis que hay.
¡Así que elige un club a tu gusto y disfruta de tu estancia!